Primer encuentro [Privado Claire]

**Era por la mañana, aproximadamente las ocho o las nueve. El sol apenas mostraba un par de calurosos rayos pasar por las ventanas del gimnasio.
El joven llegó al gimnasio vistiendo un uniforme un poco extraño a lo que se acostumbraba a ver. Llevaba un pantalón deportivo y una chaqueta de color negro con algunos detalles rojos. En la espalda se veía "76ers". Quedase bastante claro que era el uniforme de Philadelphia 76ers cuando llegaban a un partido y el que usaban para calentar.
Consigo llevaba una maleta deportiva de color negro. Una vez que entró al gimnasio cerró la puerta del mismo, principalmente por dos razones la primera es porque era demasiado temprano y no siempre se autorizaba utilizar el gimnasio y la segunda recaía en que no deseaba demasiada gente que solo fuese a observar.
Su pasado era bastante conocido, jugó para los 76ers en la NBA y no quería lidiar con fans molestos. Se acercó a una de las paredes cercanas a una de las canastas, abrió su maleta sacando un balón de baloncesto y dejó caer la maleta al suelo**

-Espero que el viaje de regreso no me haya afectado... pff... extraño jugar...

**Musitado ésto comenzó a rebotar el balón con su mano derecha mientras se acercaba poco a poco a la canasta. Antes de entrar en la zona de la pintura (Zona debajo de la canasta), se detuvo en su totalidad, sujetó el balón con ambas manos, alzó el mismo lo más que pudo e impulsándose por sus piernas dio un gran salto (80 cm aproximadamente) y utiliando solamente su brazo diestro (podría decirse que con el zurdo solo sujetó el balón) tiró hacia canasta mientras usaba su muñeca para darle una buena parábola a el balón. El cual tras pasados aproximadamente dos segundos entró en el aro.
El sonido de la red al ser jalada por el balón cuando éste entró resonó en aquel lugar. Era un sonido muy grato para él. Cuando él aterrizó el balón cayó al suelo y rebotó un par de veces en el mismo**

-Al parecer no estoy tan oxidado...

Instituto Youkai. Llevaba meses prestando atención a éste instituto. Había escuchado rumores sobre una especie de humanos mutados o algunas extrañas razas que estudiaban allí. También habían personas normales, decían... pero me gustaría tanto saber si era verdad. Conocer otras formas de vida, hacer amigos con extraños poderes y habilidades...

Aunque si en el instituto habían seres de ese tipo, también debian haber en la ciudad, ¿verdad?
Pues aún no encontré a nadie.
Mi búsqueda aún perdura. Quería conocerlos, saber de ellos. Creer en ellos...
Ese es el motivo por el que hoy estaba aquí. En el instituto Youkai. Pedí cita con la secretaria de estudios para preguntar sobre las meterias y el formulario de ingreso. Quizás el año que viene pudiera apuntarme.
Aún faltaba una hora para la cita, pero ya estaba rondando por el instituto para hacerme conocer yo misma por las instalaciones.
En teoría no era nada del otro mundo. Tenía todo lo que un instituto podría tener. Pero los alumnos... o era una falsa leyenda todo lo que me contaron, o todos tenían aspectos normales. ¿Cómo podría saber quien era como? Yo solo era una humilde humana, nada más.
Ahora tocaba el gimnasio. Estaba justo delante de la puerta, leyendo encima de la puerta el nombre del establecimiento.
No parecía escucharse nada, predecí que en éstos momentos no abría nadie. Miré por los pequeños circulitos de la puerta.
Se podía ver un chico acompañado por una pelota de baloncesto. Poco a poco, sin hacer ruido alguno, fui entrando pasito a pasito sin perder de vista movimiento alguno del chico.

Hizo un tiro, un simple tiro. Pero fue asombroso. Entró. ¿Cómo un tiro así, con tanta técnica no entraría? Ya me gustaría a mí ser tan buena como ese chico...
-Al parecer no estoy tan oxidado...
Comencé a aplaudir mientras iba acercándome a él.
-¡Guau! ¡es genial! yo no lo abría hecho me..¡¡Aaww!!- No conté con que el suelo fuese tan resvaladizo, aparte de que no iba mirando por donde iba, tropecé una pierna con la otra y caí al suelo de cara.

Avergonzada, levanté el torso gracias al apoyo de los brazos contra el suelo. Con uno de mis ojos cerrados soportando el dolor, intenté hacerlo lo menos notorio posible. Con la mirada fija hacia el chico.

-Oh... ja ja ja... ¡torpe torpe!- Agité los brazos de un lado a otro, evitando la preocupación de nadie. Al fin y al cabo no me hice daño ninguno, sólo fue una pequeña y tonta caída (para variar).
Aún en el suelo, apollada con los dos pies al estilo japonés, seguí hablando como si nada, intentando ignorar lo que acababa de pasar.

-Etto.. ¡que bien juegas! ¡pareces un profesional!- Señalé la camiseta que llevaba puesta. -Eres fan de los 76ers? ¡¡es genial!! ¿eres de algún club? ¡¡Ah!! etto... -Rascando mi nuca. -¡Perdona perdona! ¡no te molesto más!

Off:

**Palabras llegaron a sus oídos mientras se acercaba a su balón y se agachaba para tomar éste con lentitud entre sus brazos. Su mirada se posicionó en aquella dama que arrivó al lugar. No pudo evitar parpadear un tanto confuso ante tantas palabras y acciones.
Al notar como cayó la señorita se acercó con lentitud hacia ella, sujetando el balón solo con las yemas de sus dedos de su mano diestra, extendió su mano zurda hacia ella. Principalmente como saludo y para brindarle ayuda en caso de que aquella señorita se haya lastimado. Su mano se retiró cuando notó que ella movía los brazos. Aquel gesto le parecía bastante infantil y divertido, por lo cual no pudo evitar que una sonrisa se manifestara en sus labios. Al escuchar "76ers" se dio media vuelta, no molesto sino que recordó todo lo vivido en américa.

Lentamente se acercó hasta la línea de tres puntos y arrojó el balón de forma diagonal hacia la canasta. Acción inmediata salió disparado en carrera hacia el aro. Estando aproximadamente a punto de pisar la línea de tiro libre, pisó fuerte con su pierna diestra, escuchándose la resonancia del pisar. El balón rebotó en el tablero y éste se dirigía hacia él. La suspensión en el aire del joven era bastante, además de que su salto era bastante elevado. Ya que con muchísima facilidad alcanzó la altura del aro e inclusive superó la misma mientras se acercaba a éste rápidamente en el aire. Una sola mano le bastó para tomar el balón y usó las yemas de sus dedos para sujetar con fuerza éste. En el aire flexionó sus rodillas hacia el frente al igual que el brazo con el que sujetaba el balón. (Solo que la palma y el antebrazo apuntaban hacia arriba).
Al tener a su alcance el aro, simplemente introdujo el balón con fuerza (empujando el aro con su antebrazo al momento de hacer el enceste). Acción posterior sujetó el aro con la mano que llevaba el balón y se quedó colgado del aro. La fuerza del enceste provocó un enorme estruendo en el lugar. Pareciera como si la canasta se fuese a romper. Mantuvo en todo momento sus rodillas flexionadas y soltó el aro para caer al suelo usando las puntas de sus pies. Después de ésto se reincorporó y se acercó a la dama con lentitud**

- "Pareces profesional" "¿Eres fan de los 76ers?"... Philadelphia Sixers... ex titular... Sawakita Eiji... mucho gusto... y no, no pertenezco a ningún club. Y no molestas puedes quedarte si lo deseas... y deberías tener cuidado... la duela es muy resbalosa...

**Musitado ésto se dio media vuelta y se acercó hasta su balón. Agachándose por el mismo, levantando el mismo con una sola mano. Posteriormente comenzó a girar el mismo a una velocidad bastante impresionante en su dedo medio. Por si ésto fuese poco comenzó a pasarlo entre los 5 dedos de sus manos de forma alternada. Con su mano zurda de vez en cuando le daba un par de golpeteos para que el giro del mismo y el equilibrio se mantuvieran por mucho más tiempo**

Spoiler:

Aún en el suelo, observaba los trucos habilidosos con el balón. Comenzaba a aplaudir con emoción sonriéndole mientras reverenciaba al balón entre los dedos.
¿Un ex titular? ¿delante mía? ¡¡¡SUGOI!!! ¿pero qué debió pasar para que ya no lo fuera? ¿quizás lo echaron, se fue él? Por el momento se veía bastante claro el talento del joven.
-Oh... ¡encantada! es emocionante... nunca antes había hablado con alguien talentoso que en un pasado fue...- Miré hacia arriba, con los dedos de la mano entrecruzados cerca de la barbilla. -¡Bueno! no es que sepa mucho de deportes...¡pero se cuando alguien tiene talento! aunque comparandolo conmigo... cualquiera tiene talento...
¡Bueno bueno!- Me levanté con cuidado azotando la falda para quitarle el polvo de la caída.
-Puedes llamarme Claire~.- Paseé ligeramente la pierna sobre el resvaladizo suelo, llevándome conmigo ese molesto ruido que sonaba cuando alguien resvalaba en la cancha. -Ajá, ya comprobé antes el peligro de éstos suelos...

Qué envidia... aquella persona había alcanzado una meta que cualquiera apasionado al deporte hubiese deseado... ¿Cómo se siente cuando has alcanzado aquella cima? ... ¿qué es lo que te daría ambición para seguir adelante después de haberla alcanzado?
Señalé la canasta donde había encestado, parpadeando un par de veces. --¿Cómo se siente haber alcanzado un sueño?-

**Lanzó el balón hacia arriba usando solo el dedo con el que lo hacía girar. Cuando éste rebotó en el suelo. Comenzó a usar su mano diestra para proseguir con aquellos botes con el balón. Llegó el momento en que comenzó a alternar la mano del bote haciendo un cambio en V. El cual era alternado, ya que podía hacerlo por el frente, por detrás o entre sus piernas. No era su afán presumir. Solamente controlar un poco más el balón mientras lo tenía consigo. Al escuchar lo musitado sobre el "sueño", sujetó el balón con ambas manos y miró el mismo fijamente**

-Los sueños no existen... solamente son metas que uno se propone a lograr... cuando logras una meta, proponte una más alta..."Alguien talentoso"... con esas palabras me recordaste a un jugador de el estado de Kanagawa...Por cierto. Lindo nombre, me gustó.

**Musitado ésto extendió el balón con ambas manos hacia ella mientras sonreía de forma amplia. Hizo ésto en un gesto de invitarle a jugar con él**

-¿Quieres jugar un poco?. Podría darte consejos de como tirar o como no caer al suelo.

**Musitó lo último en burla mientras alzaba una de sus cejas, manteniendo su sonrisa en todo momento**

Levantándome bruscamente mientras miraba hacia abajo apollando los dedos en el suelo, algo molesta con la opinión de los sueños, enseñando un rostro antipático y poco amigable. -¡Claro que existen los sueños! las metas... las metas...¡las metas son otra cosa! y...y.. gracias...-
Andando hacia él, mientras me ofrecía jugar un poco al baloncesto, me postré delante de él, y agarré la pelota.

-¡Jum jum! ¡Te demostraré que los sueños SÍ que existen! y...- mirando hacia otro lado sujetando la pelota, sonrojada. -Es difícil enseñarme a no caer~ que lo sepas...- Fijé de nuevo la mirada hacia él, ésta vez sonriendo. -¿Y a cambio, tú me enseñarás a jugar al baloncesto?- Le pasé el balón sujetándolo desde mi pecho, impulsándolo por la parte de atrás hacia él.

-¡OH! ¡ESPERA!- Me agaché para desatar los cordones de mis zapatillas, acabé por sentarme y quitarme los zapatos más comodamente, al igual que los calcetines. Con el par de zapatillas y calcetines en las manos, me levanté para dejarlos en el rincón del edificio, junto con los papeles de inscripción del instituto.

-¡Let's go go go!- Gritaba moviendo uno de los brazos hacia arriba en formas circulares mientras me iba acercando a él. -¡Así no me caeré, ya verás!-

**Una de sus cejas se alzó al notar tal gesto tan antipático. Al notar aquello no pudo evitar soltar una leve risa. Aquellas acciones y gestos le parecían bastante cómicos. Cuando la pelota le fue tomada introdujo la mano que tenía aquel balón y lo introdujo dentro de el bolsillo de su chaqueta. Al notar aquel sonrojo se acercó a la señorita, acción posterior se inclinó para que su mirada se posara en la ajena. Por algunos instantes se perdió en la belleza de tales orbes. Cuando reaccionó en su totalidad, asintió con la cabeza. Tomando el balón con una sola mano, sujetando el mismo con fuerza usando solo las yemas de sus dedos.
Al notar como se quitaba el calzado solamente suspiró de forma tranquila mientras una fina sonrisa se dibujaba en su rostro**

-Ten cuidado... la duela es... muy resbaladiza aunque... no lleves calzado.

-¿Porqué hacen suelas tan resvaladizas? ¡me siento un pobre pingüino sobre hielo por primera vez!- Caminando muy muy lentamente y de puntillas, me acercaba a Eiji con los brazos abiertos en dirección a él. Podría parecer que tuviera 1 año y él me estaba enseñando a andar, ¡pero es que estaba todo muy escurridizo!
Ya casi llegaba, un poco más y tocaba la pelota... un poco más y... -¡¡UAAAAAAH!!- ésta vez, había adelantado uno de mis pies antes que otro, tropezando conmigo misma y resbalando en el suelo cuando no tenía a nada con qué resbalarme.
Con los brazos hacia delante, volví a caer ésta vez justo encima del chico. Que lamentando mucho me había llevado por delante.

Ya en el suelo, con los ojos cerrados fuértemente acariciaba mi nuca mientras con una de las manos la usaba para apoyarla en el suelo. -Vaya golpe...-
Abrí uno de mis ojos, enrojecida, pedía disculpas intentando que el chico me pedonase, pues era posible que le hubiera hecho daño con la caída.
-Ah... ¿ésta torpeza me acompañará hasta el final de mis días o qué? ¡lo siento, lo siento mucho!- Suspiraba, nerviosa, agachando la cabeza, desde aquella distancia podía oler su fragancia, era... extraña, me hacía sentir incómoda y cómoda a la vez...
-¿¡Te has hecho algún daño?!- Me quité de encima gateando en el suelo para agarrar su cabeza con cuidado y mirar que no tuviera nada extraño. -Parece que no te hiciste sangre ni nada... ¿estás bien? ¿Seguro? Ha sido un golpe... -
Y tanto, si no hubiera chocado contra él, ahora mismo tendría una brecha de sangre en mi frente, así que él...

OFF: