Re: El reflejo de la Luna [LIBRE]

por **Hikka Hirasaki** Mar 26 Jun - 0:13

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por **Saidai** Mar 29 Mayo - 18:23

Saidai saltó encima de una farola y contestó a la pregunta de la chica un con los ojos rojos.

Solo me informo de quien entra en esta academia... sobretodo si son personas apegadas a los libros.

Le dedicó una sonrisa a la chica que cuidaba de su preciada biblioteca y desapareció en el aire dejando una ligera niebla mágica.

Saidai off:

Spoiler:

por **Luquiam Nozomi** Mar 29 Mayo - 17:42

Apreto su cuerpo contra el de aquel joven de ojos rojos asustada al sentir como flotaban. Estaba acostumbrada a los saltos, pero, la sensación de subida y caida era muy distinta a la sensación de encontrarse levitando en el aire. Admitia que le asustaba, ella estaba acostumbrada a que sus pies tocaran el suelo, y la auscencia de este impacientaba su corazón. Sus manos sujetaron la vestimenta del joven, y lo volteo a ver: ¿por qué podia volar?

Su mirada paso del suelo al cielo, y miro la Luna, brillante y grande, casi al alcanze de las manos; o cuando menos eso aparentaba. Estiro su mano como si quiziera alcanzarla y asintio a la pregunta de Saidai. Amaba aquella vista, aquel cielo claro, aquella Luna y su redondez. Aquel, su hogar. Sintio frio por la brisa del aire y miro sus ropas que flotaban junto a ella. No se cuestiono el como ni el porque, porque sabia que a la magia hay que tomarle cariño sin cuestionarla. Pero antes de tomarlas, su mirada se perdio en la panoramica de la Luna y la Academia, en las luces de la Ciudad y en el mar que se veia a lo lejos. Bajo la mirada preguntandose donde estaba aquel profesor de ojos de distinto color.

Entonces, escucho la pregunta de Saidai. Su mirada paso hacia el y nego. La sangre de los Lunaris era valiosa, y no debia estarse desperdiciando en peleas, y mucho menos regalarse a extraños. Por algo los Lunaris solo se mezclaban con otros Lunaris.

Sentia como bajaban y caian al suelo, y tuvo la impresión de que estaba en peligro entre los brazos de ese joven, pero jamas sabria si su corazonada fue cierta o no, porque tan pronto hubo pisado el suelo sintio al profesor jalarla hacia su cuerpo. Cerro sus ojos estando la ropa de él bastante humeda, y sintio como deslizaba el vestido por encima de su cuerpo y el frio desaparecia un poco. Levanto su mirada hacia el curiosa, ¿qué hacia? Sintio las manos ajenas sobre su trasero apretandolo un poco pero seguia sin comprender que hacia o porque lo hacia. Aquella sonrisa la desconcertaba, ¿era alguna especie de saludo que desconocia?

Su impresion fue mayor cuando los tibios labios contrarios se posaron en los suyos, y su mirada lo observo sin comprender, sin entender. Su cuerpo se petrifico unos instantes mientras el sabor de la boca ajena entraba en la suya, y despacio sus ojos se entrecerraron mientras sus labios se movian un poco por instinto, correspondiendo a los movimientos de los labios de el. No sabia que hacia; no estaba segura de si le agradaba; pero su cuerpo se habia petrificado y solo sus labios parecian saber que hacer. Cuando se separo, volvio a alzar su mirada hacia el profesor: ¿cómo es que también sabia su nombre?

El resto de la oración no la entendio. Se abrazo a su misma con cierto frio y sin decir nada mas, se acerco a donde habia dejado su bolsa acomodandosela al hombro, comenzo a caminar hacia la salida. Al llegar a la puerta se detuvo y los volteo a ver, y aun en contra de sus propios gustos y disgustos, preguntó algo mas por miedo de que fueran cazadores, que por curiosidad:

- ¿Cómo saben mi nombre? -

por **Ryuzaki** Mar 29 Mayo - 17:21

Tras unos instantes noto como la joven se alejaba de él y se acercaba a la orilla subiendo con ayuda de él joven, bajo la mirada notando estaba solo en la alberca y suspiro para voltear a verlos, no habia pasado mucho tiempo que el apareció y parecía que ellos ya estaban platicando, comenzó a salir de la alberca cuando noto su bata caer en el suelo, detrás de ella dejándola desnuda y solo se quedo en shock un momento al ver su bata en el suelo, subió la mirada y noto como ella se quedo desnuda frente a él y le sostenía una mano, una cosa era eso, pero el realmente estaba interesado en la joven, por lo que comenzó a caminar en dirección a ambos sin antes no secarse un poco las ropas, escuchando todo, noto como él no la soltaba y después noto la joven estar ida sin importarle el la tuviera de frente desnuda, agito la cabeza un poco y después camino a donde estaba ella, noto la ropa de ella el mismo vestido de aquella biblioteca, pero y la ropa interior acaso no llevaba nunca, que desperdicio la otra ocasión al dejarle ir se imagino por un momento, luego tomo la ropa de ella notando como el joven habia intentado morderla, termino ella salvándose por aquel momento el dudo y luego escucho la petición del joven, una cosa era lo hubieran ignorado por un instante y otra que sugirieran esas cosas, y mas con ella en ese modo, y se molesto un poco pues tenia interés en la joven y no le agradaba la viera desnuda, pero ahora que además de verla le quisiera morder, no duro mucho tiempo así y sonrió notando una oportunidad, se acercó a ambos para después ponerse frente a ambos interrumpiéndolos en su momento consiente de que él estaba sobrando por el ambiente, pero eso no le impidió, después de todo era la chica de la biblioteca y tenia interés por ella, por lo que luego comenzó a aprovechar el vestido era de una pieza y comenzó a ponérselo sin darle tiempo a ella de ponérselo sola, haciendo el joven la soltara al pasar el vestido por los brazos de este, al terminar de ponérselo a la joven, le sacudió un poco este esperando estuviera a la perfección y ella no notara la diferencia.

-Valla, sin duda hay alumnos muy curiosos aquí… en la noche... de todo puede pasar... -

Rio levemente para después mirar que seguramente el joven no se rendiría, así que tomo a la joven dama por la cintura y le apego un poco, a él y mientras la mantenía cercas con la mano en la espalda de ella la fue bajando hasta acariciar el trasero sin duda una sensación nueva y diferente pues ella no traía ropa interior, tras unos momentos de estar haciendo eso ya teniendo tan corta distancia rio levemente pues tramaba algo, se inclino y beso los labios de la joven debido a la corta distancia era muy difícil lo viera llegar por lo que al estar los labios de el sobre ella, no fue lento con ella, en instantes su lengua estaba en el interior de la boca de ella mientras saboreaba un poco la saliva de ella un leve sonrojo se hiso en su rostro por el sabor de los labios de ella mientras que su mirada seguía puesta sobre los ojos de ella, la mano libre estaba rodeándole por la espalda manteniéndola algo inclinada mientras la besaba y le acariciaba esta en la parte donde se supone estaría el brasier, aunque no le agradaba le vieran desnuda tenia el bonus que tampoco la llevaba cuando él estaba con ella, ósea en la biblioteca de ser mas atento y de no haber estado buscando aquella información que termino olvidando hubiera con suerte notado eso y aprovecharlo, el beso duro un tiempo hasta que separo los labios de ella y sonrió ligeramente mientras sonreía.

-O… joven luquiam… parece ese es tu nombre… tienes unos labios muy suaves… -

Lentamente bajo el rostro y dio una leve succión en el cuello de ella y después de eso le miro unos instantes, pues habia podido cumplir con aquello que le habia dicho pero no le pudo dar ese mismo día, típico de él, dar algo así caricias pervertidas y robarles un beso y mas que eso, si no también algo de aliento y saliva, tras eso le miro y rio levemente.

por **Saidai** Mar 29 Mayo - 16:48

Saidai caía al agua detrás de la Chica. No sabia que había pasado. simplemente dejándose caer al agua junto con la chica desnuda. pensó que era su momento de alimentarse y se dispuso a morder a la chica debajo del agua. Cuando estaba apunto de morder su cuello vio la cara de la chica que miraba a la luna con una mirada completamente triste. Paró en seco y se impulsó para llegar antes al fondo, impulsarse en este y salir volando de la piscina.

Mas que volar flotaban por el aire mucho mas cerca de la luna que desde la piscina. Saidai chasqueó los dedos y hizo aparecer la ropa de la chica dentro de una burbuja a su lado.

Y dime... ¿te gustan las vistas? La miró a los ojos sabiendo que podría controlar su sed. No le importaba si estuviese desnuda o no. Con 500 años de vida ya había visto a muchas mujeres desnudas antes. Las vistas nocturnas eran espectaculares. la ciudad se podía divisar por completo y la luna estaba mas grande que nunca.

Tengo una petición que hacerte... Su mirada se tornó seria y su tono de voz también. ¿Podría tomar un poco de tu sangre?

por **Luquiam Nozomi** Mar 29 Mayo - 16:26

Salio con ayuda de aquel joven y al escucharlo busco con la mirada entre las sillas para averiguar en cual de ellas habia dejado su ropa. La encontro en una silla cercana, y agradecio en silencio al joven que sujetaba su muñeca. Quizo mirarlo a los ojos intrigada al no conocerlo, y aun preguntandose como sabia su nombre, pero se percato de que él evitaba su mirada. En realidad, evitaba vieran su rostro. Quizas tendria algo que ocultar; alguna cicatriz, o solo era timido.

Aun sintiendo la presion de la mano de él alrededor de su muñeca se preguntó como podria ir por su ropa si aquel individuo no la soltaba; cuando depronto lo escucho mencionar la Luna. Levanto su mirada hacia el astro y dio un paso pequeño hacia delante, dejando que los rayos de la Luna la iluminaran su cuerpo. Asintio, su mirada fija en aquel astro, perdida en aquella luz que la llamaba a su casa. Dio un paso más sin percatarse de que no habia mas piso delante de ella y resbalo a punto de volver a caer en la alberca. Sintio como estaba callendo, y la Luna se iba alejando un poco mas de ella.

por **Saidai** Mar 29 Mayo - 16:07

Saidai miró a los ojos del profesor. Su mirada sedienta aun no había cambiado, era obvio, tenia demasiada sed. Suficiente como para desmoronar un par de normas de la academia. Al escuchar las palabras de Luquiam Saidai tomó la mano de la chica para tratar de ayudarla a salir del agua.

La dejé encima de una silla... la ropa en el suelo se ensucia. Dijo esperando que no se enfadara.

La miró detenidamente examinando su aura. Definitivamente emanaba sabiduría. A cada instante deseaba mas su sangre. Tragó saliba y miró a la luna evitando sus miradas a toda costa ya que sin dudarlo lo delataría.

Está preciosa la luna hoy... Murmuró casi para sí mismo.

por **Luquiam Nozomi** Mar 29 Mayo - 13:05

Nozomi continuaba mirando la Luna, dejandose bañar por aquellos rayos lunares, ignorando el mundo a su alrededor. O así era hasta que escucho una voz desconocida junto a ella. Bajo su mirada tranquila, curiosa -casi extrañada- hacía aquella silueta al borde de la alberberca y lo observo en silencio. No se inmuto ante sus ojos rojos, ni le intimido el tono amenazante de su voz, tampoco le asusto su presencia, y el pudor por cubrirse jamas cruzo sus pensamientos, su unica duda era: ¿Cómo sabe mi nombre?

Antes de que pudiera preguntar en voz alta a la figura con ojos de ruby, sintio el agua moverse tras de ella. ¿Se aproximaba alguien? Apenas había girado para ver quien o qué era lo que hacía que las aguas de la alberca se movieran, cuando el peso de una tela humeda y angosta recayó sobre sus hombros, y una mano firme sujetaba su barbilla levantando su rostro hacía el de aquellas manos. Dos ojos de distinto color: uno azul y otro amarillo. Reconocio aquellas orbes de la biblioteca, y al igual que aquella vez; nuevamente se veia intrigada por descubrir a que se debía que tuviera dos ojos diferentes, ¿acaso era qué con un ojo veía unas cosas y con el otro, otras cosas?

Escucho sus palabras ¿hotel? ¿alberca privada? ¿esperar? No comprendia. Había seguido un impulso, no concluido un acto elaborado. ¿Por qué parecia tener tantas permisivas el simple deseo de bañarse con los rayos de la Luna?

No tuvo mucho tiempo para meditar. Las manos que la sujetaban pronto la soltaron, y aquella silueta -que ahora sabía pertenecia al profesor que había ayudado en la biblioteca- volteo a ver a la sombra en la orilla de la alberca.

*¿Prohibída? ¿Cual era el significado de aquella palabra? *

Aquel hombre parecia conocer muchas palabras que ella no. Comprendio, sin embargo, lo último y reconocia que debería estar en su habitación. Se solto de los brazos de el y comenzó a nadar hacia la orilla donde estaba la silueta negra sin hallar ningun peligro en aquellos ojos rojos. La bata se resbalo de sus hombros en el camino. Una vez llego a la orilla salio de la alberca, su cabello humedo se habia pegado un poco a su cuerpo y escasamente cubria su piel mojada. Sin inmutarse al hallarse desnuda, se paro junto a la silueta y su mirada recorrio el suelo donde recordaba había dejado su ropa. No la encontró. Levanto su mirada hacia la silueta junto a ella, y luego la bajo hacia el profesor que continuaba en el agua y pregunto, con su voz que parecia un susurro y la inocencia de quién no acierta a saber si fue fue causa suya o parte de una jugarreta:

-¿Alguno de ustedes sabe donde está mi ropa?-

por **Ryuzaki** Mar 29 Mayo - 11:15

Dio algunos pasos y se hiso notar, parecía que la ropa estaba sobre una silla y volteo a ver al joven parecía no buscaba algo amistoso pero tampoco se veía muy hostil, se rasco la nuca un momento para después mirar a ambos jóvenes, al primero no lo reconoció, pero parecía que la otra joven tenia algo familiar, pero entre mas le miraba noto no tenia un color sobresaliente en el cuerpo, recorrió la mirada con sus ojos y luego noto como la joven era aquella bibliotecaria que se encontró anteriormente, entonces las ropas en la silla eran de ella, pero porque no tenia algo que le cubriera, sin duda, todo le fue algo confuso pero no hiso demasiado, a lo poco había escuchado antes señorita luquiam, cierto nunca le había preguntado su nombre y simplemente le llamaba bibliotecaria, con todo y ropa se sumergio en el agua entrando a la alberca y acercarse a la joven para después se quito la bata cubriendo a aquella joven y le miro un instante poniendo la mano en la barbilla de ella y le dijo.

-Debería esperar a un hotel… o a una alberca privada… bi-blio-te-ca-ri-a-chan-

Rio levemente sin duda sabia que el podía hacer esas cosas alocadas, pero no había escuchado de algún estudiante andar desnudo por el lugar, luego volteo al joven un instante y sonrió.

-La alberca esta prohibida… y el toque de queda de los alumnos paso hace un rato, esta bien que deambulen por estos lados - volteo a la joven para que supiera también se refería a ella.

por **Saidai** Mar 29 Mayo - 4:59

Saidai paseaba esa noche por las instalaciones de la academia en busca de algo interesante para comer. la moche se presentaba relajada y la luna iluminaba como cien soles,o al menos eso le parecía a el.

De normal Saidai no solía andar por la academia de noche pero esa noche era todo especialmente aburrida. Hoy se dijo a sí mismo que encontraría algo vivo para comer. Aunque la academia prohibía el asesinato... a Saidai esa noche no le importaba nada... Moría de sed y cuando un vampiro muere de sed se convierte en algo mas que peligroso...

Saidai deambulaba entre los arboles y los arbustos para tratar de no ser detectado, puesto que a esas horas estaba prohibido andar por la academia. Era un poco estúpido... buscaba comido por donde en principio no había nadie. Pero ahí apareció... su presa. La nueva bibliotecaria “Luquiam Nozomi “... tal vez podría conseguir un poco de sangre sin matarla... no quería matar a alguien tan cercano a la literatura.

La siguió de cerca hasta la piscina de la academia y la vio sumergirse en el reflejo de la luna.

De un salto espacio-temporal apareció en el borde la piscina mirándola con los ojos de un color rojo brillante y decirle...

-Buenas noches señorita Luquiam-

Recogió sus cosas y las dejó encima de una silla y siguió mirandola

por **Luquiam Nozomi** Lun 28 Mayo - 22:02

Aquella noche la luna había alcanzado casi su eterna redondez. Tan solo un cuarto de luna hacía falta en el cielo, para que la noche pudiera nombrarse “noche de luna llena”. Luquiam Nozomi, salía de el turno nocturo en la Biblioteca rumbo a los dormitorios. Había tomado aquel turno de 4 a 10 p.m, pero las horas habían transcurrido sin que ella se diera cuenta, y no fue hasta que el reloj de la Biblioteca anuncio las 11 de la noche, que Nozomi se percato de lo tarde que se le había hecho. Deprisa y en su eterno silencio, salio de la Biblioteca cerrando tras de si. Y ahora, a treinta minutos antes de la medianoche, cruzaba el jardín deprisa para llegar hasta los dormitorios.

Derrepente una sombra se movio entre los arbustos. ¿Qué podría ser? ¿Un cazador? ¿Un profesor? El reglamento prohibia a los alumnos estar fuera de los dormitorios despues de las 11 pm, ¿o era las 10pm? Nozomi desconocia el sentido del tiempo, pero sabía que estaría en problemas si era atrapada fuera de su habitación. Deprisa se escabulló entre la flora del jardín y dí un largo salto hacía un edificio próximo, entrando en una ventana que, por descuido, habia sido dejada abierta.

El cuarto estaba a oscuras, pero Luquiam poseia una vista nocturna impecable, y no le fue dificil adivinar a donde había llegado: la alberca de la Academia. Se detuvo un instante y presto atención a los ruidos a su alrededor: estaba lejos del peligro inicial, y podía continuar su camino hacia los dormitorios, aunque esta vez tendria que cruzar el gimnasio y entrar por el extremo opuesto del edificio de los dormitorios. Un camino mas largo, pero quizas, menos concurrido.

Camino despacio por la orilla de la alberca, sobre la cual se reflejaban las estrellas y la Luna. La alberca había sido techada con un crital transparente, a través del cual se colaban la luz de aquellos astros. El agua, en perfecta quietud, daba la impresión de ser más que solo un reflejo del cielo: sino, de ser el mismo cielo al alcanze de las manos...o en este caso, al alcanze de Luquiam.

Ella detuvo el paso, su mirada fija en aquel circulo casi completo al centro de la alberca. Era la Luna, su amada Luna; su hogar; su destino; su todo. Quizas era el cansancio en sus ojos, la desorientación que sufria tras no haber comido en toda la tarde, o posiblemente solo era que los Lunaris eran, por su misma definición, unos lunaticos; pero Luquiam tuvo el deseo urgente de lanzarse hacia aquella Luna. De entrarse con ella, y sumergirse en su reflejo.

Dejo caer a sus pies la bolsa donde cargaba sus libros y pertenencias. E hipnotizada por el reflejo de aquella Luna alcanzable, se quito su vestido y gorro dejandolos caer tambien a sus pies revelando su blanco e inocente cuerpo al natural, cubierto unicamente por su cabello purpura. La noche era fresca, y el agua en la alberca había tomado una temperatura tibia. Luquiam se lanzo hacía el agua, y lentamente comenzo a nadar hacia aquel casi circulo perfecto que brillaba en blanco. A su paso, las aguas se abrian un poco, pero la quietud de la alberca permanecia. Sobre su piel sentia la tibieza del agua humedeciendola y abrigandola, dandole la bienvenida a las profundidades. Se detuvo al centro del circulo, moviendo manos y piernas para mantenerse aflote, sabia se hallaba justo enmedio de aquel circulo de Luna pero no sucedia nada. No sentia nada especial. Por un instante, mientras nadaba, se había imaginado que al encontrarse bajo el directo reflejo de la Luna, esta la llamaría y regresaria a su hogar. Pero ahí estaba, a mitad de la alberca, y tan solo sentia los movimientos del agua a su alrededor. Levanto su vista al cielo, contemplando la Luna desde donde estaba, sintiendo como los rayos de esta recaian sobre ella, permanecio en silencio y sin salir del agua, perdida entre pensamientos, entre recuerdos, entre anhelos..y, sobre todo, entre sus propios e inconclusos deseos.

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